miércoles, 12 de diciembre de 2012

Soledat


6 comentarios:

  1. Ha llegado el primero a la fila del bus y está muy concentrado bajo el sol.


    Apabulla.

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  2. Yo creo que ha llegado primero a la fila del sol y está muy concentrado bajo el bus; también es posible que sus tres amigos sean sean un poco insípidos y obstinadamente translúcidos.

    Cinco besos -uno por cada banco y otro por la luz que en ellos descansa-.

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  3. Efectivamente ha debido de llegar primero a la fila del sol.
    Paradójicamente, nunca me gustaron demasiado las primeras filas... dan poco juego de perspectiva. En este caso pienso que a pesar del encuadre, la que comparativamente no tiene perspectiva soy yo. Al menos en cuestión de tiempo.

    Un abrazo

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  4. Comparto contigo el desagrado por las primeras filas. Puestos a escoger, siempre he preferido las últimas, dado que si el espectáculo se pone insufrible salgo sin molestar. Por lo demás, ese hombre parecía un leve poema escrito por y para la soledad.Puro desvalimiento apenas esbozado con algunas pinceladas de luz.

    Un abrazo, Nómada.

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  5. Estar solo , como este señor, puede ser ocasional, pero la soledad es algo crónico. Has elegido lo segundo, la soledad, pata el título, que es algo difícil de llevar si no es voluntaria. Vivo al lado mismo de una residencia de la tercera edad (privada), y los veo casi cada día, e inevitablemente imagino que están así, solos y en soledad.

    Te deseo que pases unas felices fiestas, tú y los tuyos, y por extensión a Aquí y a Nómada.

    Un abrazo

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  6. Es cierto, no hay soledad, como no hay tardecer, sino soledades. Cada una de ellas tiene un color distinto; cada una la revisten silencios de texturas incomparables. La que en ese hombre parecía habitar era, como bien dices, esa que consiste en estar solo y en soledad; sin duda de las más tristes.

    Salud y alegría, José Luis, y un abrazo grandote.

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