viernes, 4 de enero de 2013

Noces d'or


6 comentarios:

  1. Cinquanta anys de...tot.
    Sort que sempre hi ha algun "salvavides" a prop, només cal trobar-lo en el moment precís.

    ResponderEliminar
  2. Es deia Manolo i va saltar. Sembla ser que l'han vist per les platges de Formentera venen cocos i amb un somriure de pam. Coses de la vida.

    ResponderEliminar
  3. ¿Y pensaba tirarse por la borda? ¿U honraba la memoria de alguien que se perdió en el mar?

    ResponderEliminar
  4. En realidad no pensaba tirarse por la borda, prueba de ello es que apenas unos segundos antes le preguntó a Consuelo, su mujer, si había traído la pomada para las morenas. De todo me tengo que acordar yo, va y le dice ella, y él, ni corto ni perezoso va y salta. Consuelo, tal vez por aquello de los nervios o por un ajuste de cuentas antiguas, no le lanzó el salvavidas sino la dichosa pomada.
    Por lo demás, pienso que los que se pierden en el mar no se olvidan, sino que son ellos el mismísimo olvido; la sustancia que los olvida y al mismo tiempo los hace olvidar (menuda sandez...).

    Un beso grandote, Nómada.

    ResponderEliminar
  5. Mmm... has leído Olvidado Rey Gudú? Me recuerdas a cuando suben las aguas...

    ResponderEliminar
  6. Hombre de pocas y desordenadas lecturas, he de confesar que no lo he leído, aunque la parte positiva sería que, gracias a ti, lo acabo de poner en el rinconcillo de lo que quiero leer.

    ResponderEliminar