jueves, 26 de diciembre de 2013

Nena i gat


2 comentarios:

  1. Daría hasta lo que no tengo por saber qué es lo que en ese instante pasa por la cabeza del gato. Aunque después de saberlo me arrepienta.

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  2. Mejor dejarlo en ese limbo donde los pensamientos de los gatos, y también los de los ciempiés y los de las musarañas y los de las aves del paraíso e incluso los de las cebras y los ñus, se confunden en la espiral de lo que no se entiende.

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