domingo, 3 de febrero de 2019

Lisboa -11-


4 comentarios:

  1. Un bonito rincón perfectamente captado por tu mirada y que habla de convivencia pacífica entre humanos y animales. Transmite esa emoción de intimidad que a veces tanto y tanto reservamos.Un abrazo

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  2. Hay cierta inquina ciudadana contra las palomas, llamarlas ratas con alas no es forma de empezar una amistad. Pero a los niños y a los viejos les encantan y yo siempre me fijo en lo que hacen los niños y los viejos. Esta señora sale a recibir a las palomas y un rayo de luz se posa delicadamente en su blusa. Dejarse invadir a veces nos reporta inesperados beneficios.
    Gracias, Josep, por este balcón abierto.

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  3. Por un momento me pareció que en ese rincón la ley de la gravedad había sido derrotada. El levísimo ejercito de luz, mujer y palomas lo había conseguido.

    Un abrazo enorme, Luis.

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  4. Las palomas son fugaces espejos, somos nosotros y no ellas lo que al contemplarlas suele provocar una cierta "inquina ciudadana". Comparto plenamente tu afirmación: "Dejarse invadir a veces nos reporta inesperados beneficios".

    Gracias a ti, querido Xuan, por tu visita a este pisito del dudar con luz.

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