Invita a pensar en la cantidad de metas cotidianas que surgen cuando, en esa carrera de fondo que es la vida, llegamos a cierta edad. Son metas que no disponen de cinta que se rompa a nuestro paso. Y evoca sin remedio aquellos gestos (escasos pero inolvidables) en los que el primer y el segundo clasificado entran juntos para compartir el triunfo. La distancia ha podido ser apenas el espacio que media entre la acera izquierda y la derecha de una calle solitaria. Pero da igual: la sensación de triunfo se palpa en el ambiente, aunque la veamos de espaldas.
Dos biografias que se entrelazan entre desequilibrios y rutinas -una forma leve de la ternura-. A buen recaudo quedan los pañuelos y las migajas de la pensión en su paseo de aire.
Gràcies bonic pel teu comentari i molts petons per tots vosaltres.
Crec que la vellesa no és necessariament trista; és bona part del que ens envolta que insisteix en empentar-la cap a la tristesa; una societat "compartimentada" que en tot moment et vol dir el que has de ser.
Me has arrancado una carcajada... Un abrazo.
ResponderEliminarSi es así, me considero un conductor de autobuses feliz... Un abrazo, Nómada.
ResponderEliminarInvita a pensar en la cantidad de metas cotidianas que surgen cuando, en esa carrera de fondo que es la vida, llegamos a cierta edad. Son metas que no disponen de cinta que se rompa a nuestro paso. Y evoca sin remedio aquellos gestos (escasos pero inolvidables) en los que el primer y el segundo clasificado entran juntos para compartir el triunfo. La distancia ha podido ser apenas el espacio que media entre la acera izquierda y la derecha de una calle solitaria. Pero da igual: la sensación de triunfo se palpa en el ambiente, aunque la veamos de espaldas.
ResponderEliminarDos biografias que se entrelazan entre desequilibrios y rutinas -una forma leve de la ternura-. A buen recaudo quedan los pañuelos y las migajas de la pensión en su paseo de aire.
ResponderEliminarGràcies bonic pel teu comentari i molts petons per tots vosaltres.
No deixa de ser una imatge ben trista, sobretot si la planteges com tu ho fas, és quasi una denuncia social i em deixa el cor una mica encongit.
ResponderEliminarCrec que la vellesa no és necessariament trista; és bona part del que ens envolta que insisteix en empentar-la cap a la tristesa; una societat "compartimentada" que en tot moment et vol dir el que has de ser.
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