Me gusta la composición. Transmite lo real, lo cotidiano y la sensación de que cada uno va a lo suyo: la chica de la pared anuncia su mercanción, la señora piensa en lo suyo y el perro, esperando no se sabe qué.
Efectivamente, Dyhego, eso fue lo que inicialmente me llamó la atención. Tres "realidades" que a pesar de compartir, por decirlo de algún modo, "plano" , parecen bien distintas. La vida, afortunadamente, nos mezcla y nos confunde, pero siempre con algo parecido a un sentido del humor infinito. Abrazo y gracias por tu visita.
Me gusta la composición. Transmite lo real, lo cotidiano y la sensación de que cada uno va a lo suyo: la chica de la pared anuncia su mercanción, la señora piensa en lo suyo y el perro, esperando no se sabe qué.
ResponderEliminarEfectivamente, Dyhego, eso fue lo que inicialmente me llamó la atención. Tres "realidades" que a pesar de compartir, por decirlo de algún modo, "plano" , parecen bien distintas. La vida, afortunadamente, nos mezcla y nos confunde, pero siempre con algo parecido a un sentido del humor infinito.
ResponderEliminarAbrazo y gracias por tu visita.
Hola, hola:
ResponderEliminarDesde mi punto de vista la señora y el perro pequinés miran para el mismo sitio. Fijaros bien
Saludos
Es probable que compartan horizontes de cotidianidad y cansancio…
ResponderEliminarUn abrazo grandote...