El arte en las calles, cuanto merece tal nombre, tiene algo que nunca tendrán las galerías ni los museos: nace con la conciencia plena de su fugacidad, con la necesidad de unir su destino al de su espectador. Nos miran a la altura de nuestros ojos, sin intermediarios, salvo algún que otro fotógrafo.
Totalmente de acuerdo, Xuan. Ando con el convencimiento de que todo lo hermosamente vivible, "nace con la conciencia plena de su fugacidad", muy al contrario de la mayoría de los horrores que la humanidad se ha infligido y se inflige, que nacen con la estúpida y maligna obsesión de su eternidad.
Contento de saberte por esta esquina que intento doblar como puedo, Xuan, y un enorme abrazo
Me gustan esos colores ocres y azules. Muy bonito graffiti.
ResponderEliminarun abrazo
El arte en las calles, cuanto merece tal nombre, tiene algo que nunca tendrán las galerías ni los museos: nace con la conciencia plena de su fugacidad, con la necesidad de unir su destino al de su espectador. Nos miran a la altura de nuestros ojos, sin intermediarios, salvo algún que otro fotógrafo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Arte que se resiste a quedarse quieto, que no quiere dejarse atrapar.
ResponderEliminarGracias, Hilde, y un abrazo grande.
Totalmente de acuerdo, Xuan. Ando con el convencimiento de que todo lo hermosamente vivible, "nace con la conciencia plena de su fugacidad", muy al contrario de la mayoría de los horrores que la humanidad se ha infligido y se inflige, que nacen con la estúpida y maligna obsesión de su eternidad.
ResponderEliminarContento de saberte por esta esquina que intento doblar como puedo, Xuan, y un enorme abrazo