No sé si cuando llueve en la Ciudad Eterna es como si nunca fuera a dejar de llover. Pero esa mujer que nos ofrenda su vaso de plástico ha de tener alguna clase de fe inquebrantable en que no sea así. Ese vaso como un cáliz que no apuraremos.Otra foto que nos desarma, Josep.Un abrazo
No sé si cuando llueve en la Ciudad Eterna es como si nunca fuera a dejar de llover. Pero esa mujer que nos ofrenda su vaso de plástico ha de tener alguna clase de fe inquebrantable en que no sea así. Ese vaso como un cáliz que no apuraremos.
ResponderEliminarOtra foto que nos desarma, Josep.
Un abrazo