viernes, 18 de enero de 2019

Lisboa -9- (petit comerç)


6 comentarios:

  1. Como las cerezas que nunca vienen solas, también los chupitos se van llamando unos a otros, como un eco que termina en los vapores de los tiempos pasados que a veces salen a nuestro encuentro en la esquina menos pensada.

    ResponderEliminar
  2. No hacen falta demasiadas cosas para sentirse a gusto.
    Tampoco demasiados elementos para lograr una espléndida foto. Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. En lo mínimo ando yo enzarzado, querido Xuan, por ver si le cojo el ritmo a este hermoso y desconcertante baile. Esa mujer, esa silla, ese mínimo comercio de chupitos apuntan a ello.
    Abrazada enorme.

    ResponderEliminar
  4. Toda toda la razón, Luis. Para sentirse a gusto lo poco es casi todo.

    Gracias y un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Esa anciana y su "salida comercial" encoge el corazón.

    Esa posibilidad de tomar un chupito mientras caminas lo anima.

    ResponderEliminar
  6. "Encoge el corazón", cierto, querido Nán, y también te aligera los pies y el alma (se podría decir que te quita peso, esa sobrecarga de "enormidades" absurdas que nos circundan.
    Abrazo enorme.

    ResponderEliminar