lunes, 27 de abril de 2020

Absència (Delta de l'Ebre)


4 comentarios:

  1. ¿Cuántas fotos de paisaje con silla hemos visto? Tantas que se han vuelto un lugar común en fotografía. En ellas la silla vacía, bien plantada mirando hacia el horizonte, parece señalar la ausencia cuando en realidad es todo lo contrario: en esa silla está presente el que se fue o el que puede volver en cualquier momento. También es la silla un símbolo de la contemplación, de la quietud, del tiempo detenido. La silla lejos de entorpecer el paisaje lo subraya. Pero qué pasa cuando la silla yace en el suelo, ya no sujeto sino objeto dentro de la escena. Toda la interpretación cambia, y no solo la interpretación, también la partitura. Ahora sí es la ausencia sin espera. Ya nadie contempla: la mirada sale fuera del encuadre. Vamos en busca de ese ser que la ocupaba. Donde quiera que esté.

    Me alegra mucho tu vuelta, Josep. Te echábamos de menos en estos tiempos donde la ausencias se hacen demasiado largas. Espero que te encuentres bien, tu y los tuyos. Un fuerte abrazo.

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  2. Querido Xuan, estoy muy contento verte de nuevo por esta esquinita del dudar con luz y sombras, y espero que estés, y que estéis, todos bien. Decidí confinarme en Andorra, es decir, no en la que era -y es- mi residencia habitual, por lo que he andado -y todavía ando- alejado de mi ordenador, de mis archivos e incluso de mis cámaras. Ese ha sido el motivo de mi ausencia, que mi intención siempre ha sido que sea pasajera.
    Como siempre, lo que dices es hermoso y empuja a nuevas perspectivas, a distintas reflexiones, a queridas complicidades. Esa silla, tristísima sin duda, me ha hecho pensar y sentir todas esas terribles ausencias, irreparables, definitivas, que esta enfermedad ha provocado.

    En fin, mi querido Xuan, que esperemos que la situación mejore y que esa ilusión que tengo de conocerte se pueda convertir muy pronto en realidad. Un abrazo enorme.

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  3. Es pura nostalgia, esta escena es pura despedida.
    Un paisaje que de alguna manera ya nunca será el mismo porque muchas de las personas que lo llenaron con su mirada llenando el horizonte, ya no volverán a llenar su mirada con ese mar y ese cielo.
    Es un tiempo difícil este que nos está tocando vivir tan lleno de vacíos, de ausencias dolorosas, de pérdidas irrecuperables y no es fácil llenar un encuadre con realidades livianas cuando de alguna manera, las sombras "alumbran" más que las luces.
    Tu foto es dolorosa pero, bellísima.
    Un abrazo y cuídate mucho

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  4. Ausencias que el mar acoge y que me consuela pensar que con el vaivén infinito de sus olas nos devuelve. Tiempos difíciles, cierto, en los que el cariño, la amistad, la complicidad, se revelan como lo que siempre han sido: algo hermoso e imprescindible.

    Un fuerte abrazo.

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