Todo lo que un hombre necesita es una taza de café y un cigarro, decía Jonny Logan. Y a la vista de la imagen, cabría añadir una buena conversación. Espléndida foto.
Molt bon moment el que has captat. Tot i que no deixa (també) de sorprende'm, seria més "autèntic" una pipa i uns gots amb té, amb aquests protagonistes. ;)
A Jonny Logan le ponía yo una habitación en casa sólo para que me ayudase a cruzar algunas noches de invierno con una cierta dignidad. Café, tabaco y amistad deberían ser declarados Patrimonio de la Humanidad.
Quan vaig interrompre la seva conversa amb la intenció de oferir-lis la pipa i els gots de té pel be de la fotografia, em van dir coses irrepetibles....
La eternidad es un momento tozudo e intrascendente. La trascendencia es probable que sólo sea el hazmerreír de la intrascendencia. Luego están los chóferes de autocar, que no suelen ser eternos pero si extremadamente tozudos.
Como puedes ver, Verónica, lo mío es de una espantosa e incurable cronicidad.
Recién aparcado mi precioso autobús, me complace mucho, Javier, encontrarme con tu visita (habrás visto que este rinconcito que a trancas y barrancas sostengo, es poco más que una tertulia con unos pocos y muy queridos amigos y amigas). Esta noche, con la necesaria calma, me daré un paseo por tu blog.
Con esos tres ingredientes, Aquí me quedaré, se pueden cruzar eternidades de bolsillo sin apenas despeinarse.
Acepto ese beso, pero admito que preferiría sacarte a bailar (no garantizo que un servidor vestido de chulapo no fuese motivo más que suficiente para dar por terminada la fiesta y dar comienzo a la más absoluta perplejidad).
Esos silencios son algo parecido a eternidades posibles y necesarias; momentos en que los abismos se hacen habitables. Tienes razón: ese es la maravilla.
Todo lo que un hombre necesita es una taza de café y un cigarro, decía Jonny Logan. Y a la vista de la imagen, cabría añadir una buena conversación. Espléndida foto.
ResponderEliminarMolt bon moment el que has captat. Tot i que no deixa (també) de sorprende'm, seria més "autèntic" una pipa i uns gots amb té, amb aquests protagonistes. ;)
ResponderEliminarSalut.
Magnifica imagen que hace eterno un momento que a simple vista parece intrascendente.
ResponderEliminarA Jonny Logan le ponía yo una habitación en casa sólo para que me ayudase a cruzar algunas noches de invierno con una cierta dignidad. Café, tabaco y amistad deberían ser declarados Patrimonio de la Humanidad.
ResponderEliminarGràcies Pere, i un petó per tots vosaltres.
Quan vaig interrompre la seva conversa amb la intenció de oferir-lis la pipa i els gots de té pel be de la fotografia, em van dir coses irrepetibles....
ResponderEliminarQué hi farem.
Una abraçada, Moncat, i gràcies per la visita.
La eternidad es un momento tozudo e intrascendente. La trascendencia es probable que sólo sea el hazmerreír de la intrascendencia. Luego están los chóferes de autocar, que no suelen ser eternos pero si extremadamente tozudos.
ResponderEliminarComo puedes ver, Verónica, lo mío es de una espantosa e incurable cronicidad.
Un beso semi eterno.
Amb els protagonistes que semblen trets d'un conte de les mil i una nits... un gran plaer passar per aquí.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs cert, sino fos pel model de les tasses -xic contemporani- i el ençenedor, tots dos i el que els envolta sembla tenyit de quelcom intemporal.
ResponderEliminarPlaer compartit el que vostè hi passi...
Hola, he disfrutado mucho paseando por tu blog con las fotografías. Felicidades por tu trabajo, me gusta esta manera que tienes de mirar las cosas...
ResponderEliminarSaludos
Una delicia.
ResponderEliminarUn cigarrito, una taza de café y horas de conversación.
un beso vestida de chulapa en la fiesta de mi barrio
Recién aparcado mi precioso autobús, me complace mucho, Javier, encontrarme con tu visita (habrás visto que este rinconcito que a trancas y barrancas sostengo, es poco más que una tertulia con unos pocos y muy queridos amigos y amigas). Esta noche, con la necesaria calma, me daré un paseo por tu blog.
ResponderEliminarMuchas gracias y un saludo.
Con esos tres ingredientes, Aquí me quedaré, se pueden cruzar eternidades de bolsillo sin apenas despeinarse.
ResponderEliminarAcepto ese beso, pero admito que preferiría sacarte a bailar (no garantizo que un servidor vestido de chulapo no fuese motivo más que suficiente para dar por terminada la fiesta y dar comienzo a la más absoluta perplejidad).
Un beso y hasta muy pronto.
Hablar, eso que no se acaba nunca.
ResponderEliminarUn abrazo
Una conversación, un amigo, un café, son serias aproximaciones a la felicidad.
ResponderEliminarPues eso (a nosotros sólo nos falta el café y la conversación...todo llegará).
Una conversación con ráfagas de silencios. Esa es la maravilla.
ResponderEliminarEsos silencios son algo parecido a eternidades posibles y necesarias; momentos en que los abismos se hacen habitables. Tienes razón: ese es la maravilla.
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