És del tot cert. Les llums de les tardes de pluja -i les olors- propicien instants farcits de coses delicioses. Tanmateix, crec que son elles les que em caçen a mi.
"L'esperit obert i la mirada atenta" crec que és una definició molt precisa del que ens mou a tots els que estem un xic malalts d'aquest "virus" fotogràfic.
Para mi, el aprendizaje más arduo consiste en conseguir ver algo en donde apenas hay nada (donde se me ofrece mucho, el mérito es más bien escaso -a menudo pura oportunidad-).
Infinitos deben de ser los matices y desacuerdos sobre la belleza, sobre como atraparla, como reconocerla; a mi me gusta pensar que es ella la que nos escoge haciéndonos partícipes de su instante.
love the contrast in the colours!
ResponderEliminarhave a nice sunday!
un abrazo
Les tardes de pluja molt sovint tenen una llum diferent, i tu que ho saps surts a "caçar-les". Aquesta és preciosa
ResponderEliminarMuchas gracias, Hilde, por la visita y un abrazo.
ResponderEliminarÉs del tot cert. Les llums de les tardes de pluja -i les olors- propicien instants farcits de coses delicioses. Tanmateix, crec que son elles les que em caçen a mi.
ResponderEliminarGràcies i petons grans, Laura.
Bellesa melancòlica.
ResponderEliminarNo calen grans composicions, sols cal l'esperit obert i la mirada atenta.
"L'esperit obert i la mirada atenta" crec que és una definició molt precisa del que ens mou a tots els que estem un xic malalts d'aquest "virus" fotogràfic.
ResponderEliminarMoltes gràcies, Moncat, i una abraçada.
No tiene, aparentemente, nada, esta foto. O sea, quiero decir que hay que mirar muy bien para verla, como haces tú. La belleza de lo simple.
ResponderEliminarUn abrazo
Para mi, el aprendizaje más arduo consiste en conseguir ver algo en donde apenas hay nada (donde se me ofrece mucho, el mérito es más bien escaso -a menudo pura oportunidad-).
ResponderEliminarGracias enormes por estar, José Luis.
Sitios hay muchos. Eso es un lugar. Hay alguien que lo cuida y embellece.
ResponderEliminarUn abrazo
Infinitos deben de ser los matices y desacuerdos sobre la belleza, sobre como atraparla, como reconocerla; a mi me gusta pensar que es ella la que nos escoge haciéndonos partícipes de su instante.
ResponderEliminarUn abrazo grandote para ti, Nán.